Leeré Un mundo sin fin de Ken Follett

Algunas veces dudo con libros a poner en mi en mi lista de libros a leer durante el 2015 y este era uno de ellos, viene siendo la segunda parte de los pilares de la tierra, que fue un libro que me gusto mucho, Un mundo sin fin, es la secuela del best seller creado por el escritor galés Ken Follett, escrita por el propio autor 18 años después aunque en el libro pasaron 150 años.

Y al final de cuentas decidí agregarlo, de varios autores je querido leer algo mas de su obra, sin embargo hay autores que solo he decidido leer solo una de sus obras (Humberto Eco por ejemplo) para no disminuir la admiración por el autor.

Sin siquiera saber si es bueno o malo y si con la certeza que no es tan bueno como el primero me lanzó a leer este best-seller

Pilar uno. Con una treintena de libros editados, su nombre traspasa las fronteras británicas cuando en 1978 publica La isla de las tormentas y en 1989 se consolida con Los pilares de la tierra. ¿Dónde está la clave para un autor que apenas conoce los altibajos en ventas? Una de ellas se remonta a los años sesenta, a sus estudios de filosofía en Londres…

“Uno siempre se hace preguntas y cuando estudia filosofía se las sigue formulando y encontrando nuevas respuestas de las que surgen más preguntas. Por ejemplo: ¿cómo sabemos que esto de aquí no es así; o, acaso, solo es una ilusión? Quizá solo esté en mi imaginación. Son preguntas que se hacen para comprender la vida y el mundo que nos rodea. Así es como la filosofía ejercita mi imaginación”.

Pilar dos. Después de sus estudios de filosofía, Follett toma cursos de periodismo y lo ejerce. Faltan cuatro años para su primer libro, en 1974: La gran aguja…

“La principal ventaja es que durante esa etapa me hizo escribir durante años todos los días en un estilo rápido y seco. Su aportación a mi escritura es planificar, tener claro lo que hay que contar. Pero el lector de una novela no quiere solo los hechos. Quiere entrar en un mundo. No fue fácil”.

Pilar tres. Falta la clave para retener al lector la mayor parte del tiempo, conquistarlo…

“Cuando alguna emoción entra en los demás, también nosotros la sentimos. Hay una conexión entre las personas. Si una de ellas tiene miedo, la otra también lo tendrá, otra cosa es la manera como reaccione cada uno. Me lo explicó hace mucho tiempo un neurocientífico: tenemos un circuito cerebral que transmite todo esto del contagio de las emociones. Cuando escribo, si yo quiero suspenso o aprensión se la doy a uno de los personajes y esas sensaciones hechas palabras llegarán al lector. Antes debo crear el entorno, el ambiente, el ritmo, de tal manera que facilite al lector el camino hacia esa emoción. Es algo casi musical, como el efecto de la música en el cine”.

Pilar cuatro. Queda saber cómo prepara los libros donde los personajes, que suelen ser muchos en sus obras, son una pieza esencial. Follett sabe de antemano el destino de sus criaturas, de principio a fin. Nada deja al azar. Cuando se sienta a escribir, después de investigar y crear la hoja de ruta, ese nuevo mundo a punto de ser creado ya está cerrado…

“Hago notas de los personajes en un programa informático, el Excel, donde los tengo con todas sus características y el papel que juegan en la historia. Si durante la escritura olvido algo repaso esa hoja. Una vez concibo cada personaje sé perfectamente qué va a ser de él. Planifico minuciosamente cada libro antes de sentarme a escribir. ¡Nunca hay improvisación en mis novelas! Es un proceso muy racional, pero una vez creada la trama, los personajes y la estructura es cuando doy rienda suelta a la imaginación para contarlo de la mejor manera”.

Pilar cinco. Historias, saber, desvelar… la vida diaria de cualquier persona es un continuo flujo de historias.

(Cardiff, 1949) Escritor galés. Hijo de un inspector de Hacienda que le dio una estricta educación religiosa, Follet se graduó en Filosofía en la Universidad de Londres con mención de honor y, durante algún tiempo, estuvo trabajando como periodista. Llegó a ser adjunto de dirección en una modesta editorial londinense y publicó una decena de novelas que pasaron sin pena ni gloria. En 1979 El ojo de la aguja se convirtió en un best seller internacional y, acto seguido, apareció La isla de las tormentas, con la que ganó el Premio Edgar para escritores de misterio. Le siguieron otros superéxitos como Triple (1979), La llave está en Rebeca (1980), El hombre de San Petersburgo (1982) y El valle de los leones (1986). Es justamente famosa Los pilares de la Tierra (1989), extensa novela de más de mil páginas, ambientada en la Edad Media europea y cuyo tema gira en torno a la construcción de una catedral. Los pilares de la Tierra es la obra preferida del escritor y la más aclamada por el público y la crítica.

fuente: entrevista
http://www.kenfollett.es/biografia/