Continuando con mi lista de libros a leer en este 2014, emprendemos la lectura de otro libro de ciencia ficción y fantasía, coincidentemente cerca del día de muertos, donde toda la televisión son alusivas o de miedo.
Una pena no acordarme ni de quien ni como fue que me recomendaron este libro, en si ya tenía tiempo en espera, peropor el autor creo estar seguro que es bastante interesante
Edward Hamilton Waldo nació en St. George, State Island, Nueva York, un 26 de febrero de 1918, en 1927 los padres se divorciaron, y en 1929 su madre, Christine, una escritora y poeta anglocanadiense que enseñaba literatura, volvió a casarse con William Sturgeon, un profesor de inglés y por esa época, Edward cambió legalmente su nombre a Theodore Hamilton Sturgeon (Sturgeon dignifica «Esturión» en inglés), porque le gustaba el apodo «Ted» y porque se llevaba bastante mal con su verdadero padre.
Ese fue su verdadero nombre a partir de entonces y no un seudónimo o «nombre de pluma», como creen algunos. E. Waldo Hunter, E. Hunter Waldo y Fredrick R. Ewing, fueron algunos de los seudónimos que utilizó, en una época en la que llegó a publicar varios cuentos en el mismo numero de la revista «Astouding» y por eso necesitaba que aparecieran como obra de varios autores.
Ted Sturgeon encabeza el lote de los escritores geniales, intermitentes y atormentados. Son famosas sus depresiones y sus bloqueos creativos, que solían durar largas temporadas.
También se caracterizó por una crónica carencia de dinero (cosa bastante común en el gremio), muchas esposas, muchos hijos y enorme interés por escribir sobre el sexo, la religión, el complejo de culpa y la psique humana, todo desde una perspectiva innovadora y, casi diría, revolucionaria para su época.
Su primera historia, «Heavy Insurance» (no era un relato de ciencia ficción) se vendió en 1938 por cinco dólares al McClure’s Syndicate, una especie de agencia o distribuidora que después vendía esos cuentos a los periódicos de todo el país, algo que también se hacía con las tiras de cómics. Posteriormente vendió muchas más historias a McClure; todas son muy cortas y ninguna era de ciencia ficción.
La venta de «The God in the Garden» («El Dios en el Jardín») a John W. Campbell, el legendario director de la revista Astouding, fue su primera historia de ciencia ficción publicada.
En 1940, Sturgeon se casó con Dorothe Fillingame. Tuvieron dos hijas, Patricia y Cynthia (en ese orden) y se divorciaron en 1945. Algunos biógrafos también mencionan a un hijo, de nombre Colin.
En 1949, no tuvo mejor idea que contraer matrimonio con Mary Mair, una cantante. Se divorciaron en 1951. Ese mismo año 1951 le llegó el «momento sturgeano» a Marion McGahan. El primer hijo de la pareja se llamó Robin. Luego vinieron dos hijas, Tandy en 1954 y Noel en 1956. Timothy llegó más tarde. Este matrimonio también acabó en divorcio.
La cuarta esposa fue Wina Bonnie Golden. Tuvieron un hijo, al que llamaron Andros. Para variar, se divorciaron en 1969. Ted no renunció al amor y los problemas conyugales. Se casó con Helen Jayne Tannehill en 1976. Se equivocan…no se divorció de ella. Tal vez fue por amor, o tal vez porque Ted se murió antes de encarar el tramite.
También hizo guiones de televisión. Se lo considera el creador de la famosa Primera Directiva de la serie Star Trek (la que prescribe la «no-interferencia con otras culturas»).
En 1948 apareció su primer libro, una compilación de cuentos con el titulo «Whihout sorcery», prologado por Ray Bradbury.
Dos años más tarde se edita su primer novela, «The dreaming jewels» (Los cristales soñadores), a la que seguirían «More than human» (Más que humano), en 1953, «The Cosmic Rape» (Violación cósmica), en 1958 y «Venus plus X» (Venus más X) en 1960, las cuales lo colocaron en la cima del grupo más prominente de autores de ciencia ficción, a la par de Ray Bradbury, Alfred Bester, Robert Heinlein, Isaac Asimov, Arthur Clarke y Fredric Brown, entre otros.
Ted fue un autor muy original dentro del genero, por la preponderancia que le asignó al estilo sobre el argumento y por las temáticas de sus relatos.
En 1963, en una convención de ciencia ficción, el propio Ted expresó que en 1955, incapaz de pensar una idea para una nueva historia y con graves problemas económicos, escribió a su viejo amigo Robert Heinlein pidiéndole ayuda.La respuesta fue, además de unos dólares para salir del paso, una carta de Heinlein conteniendo 26 ideas posibles para futuros relatos. Sólo dos de éstas se convirtieron en trabajos publicados por Sturgeon: Se trata de los cuentos «Y ahora las noticias» y «El otro hombre».
La carta de Robert Heinlein respondiéndole al angustiado Sturgeon fue publicada en castellano por la Revista «Cuasar», de la República Argentina, (especializada en CF, Fantasía y Terror), en su número 27, de junio de 1996. En inglés apareció originalmente en The New York Rewiew of Science Fiction (Agosto, 1995).
En 1947, Sturgeon ganó el concurso de cuentos cortos organizado por la revista inglesa Argosy con «Bianca’s Hands», cuento que fuera rechazado por todos los editores estadounidenses.
En 1954 ganó el prestigioso Premio Internacional de Fantasía (IFA) a la Novela, con su obra «More Than Human», (Más que Humano), publicada el año anterior.
En1962 fue Invitado de Honor a la World Science Fiction Convention.
Ocho años más tarde ganó los premios Nebula y Hugo por el cuento «Slow Sculpture».
En1985, se le otorgó, en forma póstuma el World Fantasy – Life Achievement Award, un premio en reconocimiento a la labor literaria de toda su vida.
Finalmente, en el 2000 fue incluido en the Science Fiction and Fantasy Hall of Fame.
Entre otras cosas a Sturgeon le gustaba inventar y difundir algunas máximas, que con el tiempo adquirieron merecida fama. Aquí van, con la aclaración de que circulan varias versiones (y traducciones) de ellas.
La Ley de Sturgeon: «Nothing is always absolutely so.» («Nada es completamente eso»)
La Revelación de Sturgeon: «Ninety percent of everything is shit.» («Noventa por ciento de todo es mierda»).
Corolario 1: «La existencia de inmensas cantidades de basura en ciencia ficción es admitida y es lamentable; pero no es más antinatural que la existencia de basura en cualquier parte.»
Corolario 2: «La mejor ciencia ficción es tan buena como la mejor ficción en cualquier campo.»
La Revelación y los Corolarios están principalmente dirigidos a esos que critican la Ciencia Ficción con el argumento de que se trata de un genero literario menor o de que muchos de los cuentos y novelas de CF son de muy mala calidad.
* Vendedor de heladeras y revistas puerta-a-puerta, en la década del 30.
* Marinero en la marina mercante (1935 – 38)
* Administrador de un resort hotel en la India Oriental (mayo de1940- marzo de 1941)
* Al llegar la Segunda Guerra Mundial se unió a los Seabees (abejas Marinas) un cuerpo civil
dedicado a construcciones. Pasó dos años sin producción literaria.
* Editor en una agencia de publicidad (1944)
* Agente literario.
* Promotor y encargado de la distribución internacional de varias revistas de interés general,
(1948- 49)
* Editor para la revista Tales of Tomorrow (1950)
* Redactor de reseñas de libros para Venture (1957 – 58)
* Editor para Worlds of If (1961 – 64)
* Escritor ocasional para revistas de CF y artículos para The National Review (1961 – 73)
* Guionista de varios programas de televisión, entre 1966 y 1975. Escribió tres episodios para
Star Trek, «The Invaders» («Los Invasores») y «Wild, Wild West» ( «Jim West», como se la
conoció en Argentina)
* Redactor de reseñas de libros para la revista Galaxy (1972 – 74)
* Columnista para the New York Times Book Review (1974 – 75)
* Conferencista.
En sus últimos años, Sturgeon fue publicando cada vez menos. El 8 de mayo de 1985, a los 67 años de edad, Theodore Sturgeon falleció, víctima de una pulmonía, en la ciudad de Eugene, estado de Oregón.